SIERVO DE DIOS GUILLERMO MAGRO ESPINOSA


Nació en Crevillente (Alicante) el día 18 de Diciembre de 1897. Bautizado el día 21 del mismo mes y año en la Parroquia de Ntra. Sra. de Belén. Contrajo matrimonio con María Teresa Lucas Mas, el 8 de Junio de 1924. De este matrimonio nacieron seis hijos.

Estudió Bachiller con los PP. Jesuitas de Orihuela y en Madrid se graduó como ingeniero industrial ejerciendo su carrera en la Sociedad de Tranvías de Madrid y Alicante.

Don Guillermo procedía de la familia más cualificada de su pueblo por su cristianismo vivido, por su laboriosidad y por su boyante economía.

A su recia personalidad humana unía una fe cristiana honda, inquebrantable y luminosa por el brillo de sus buenas obras que aún hoy le hacen acreedor de los más encendidos elogios de sus paisanos. Con toda la familia, asistía diariamente a la Santa Misa en su parroquia Ntra. Sra. de Belén de Crevillente, y cuando volvía se encontraba en la puerta de su domicilio un grupo de diez o doce pobres a los que socorría con generosidad.

Los domingos después de la Santa Misa, reunía a sus amigos mayores y Jóvenes y se los llevaba por la montaña para conversar de temas de interés religioso y social a la par que se solazaban con la naturaleza.

Tres cosas le producían gran dolor en la época de República y preguerra civil:
1.- Observar la pobreza-miseria de tantas familias,
2.- la prohibición de la Religión en las escuelas, y
3.- el rumbo que tomaba la política sin Dios y contra Dios en España.

Frente a lo primero, creó una fábrica-cooperativa de alpargatas (calzado popular sencillo) para que los obreros trabajaran y tuvieran no solo el salario diario sino la participación equitativa en los beneficios, y en una ocasión ofreció construir una carretera al Ayuntamiento de Elche, por medio millón menos de lo que hubiera calculado el menor presupuesto, y esto lo hacía para dar trabajo a los obreros parados de Crevillente.

Hizo el proyecto de la línea férrea entre Alicante y Alcoy y sin duda siempre con el objetivo de dar trabajo a los parados.

En cuanto a la prohibición de dar religión en las escuelas, creó un colegio privado para que se enseñara religión, que él mismo sufragaba, habiendo buscado un profesor muy cualificado, Don José Sánchez, de la escuela del Ave María de Don Andrés Manjón de Granada; y para hacer frente a la política sin Dios, él, que no era político, buscó un partido cuyo lema era “Dios, Patria y Rey”. Fundó el partido tradicionalista en Crevillente y lo dotó de Casa Social con estancias para reuniones de formación y ocio de los católicos tradicionalistas.

“Con las elecciones de febrero de 1936 el ambiente del pueblo se deterioró; Papá luchó mucho, iba a mítines y estaba poco en casa y mamá le acompañaba siempre. Antes de salir de casa, se ponía de rodillas en la sala-comedor delante de un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús que allí había y rezaba” (testimonio de su hija Mª Teresa).

En la Solemnidad del Corpus Christi de 1936, viendo que el Ayuntamiento prohibió la procesión por la calles, se celebró por los claustros del templo, pero el Siervo de Dios marchó a casa y, en el balcón de la casa de su padre que estaba frente a la iglesia y plaza más amplia del pueblo, colocó una gran pancarta de madera que decía: “¡Viva Cristo Rey! La chusma republicana se soliviantó y fue llevado a la cárcel del pueblo durante varias horas.

Llegado el 18 de Julio de 1936, iniciado el levantamiento de la Patria contra tanta barbarie, el 20 de Julio, fue detenido en su casa de Santa Pola, llevándolo a Alicante, a la prisión, primero en el Castillo de Santa Bárbara y después en la del Reformatorio de Adultos, su esposa lo visitaba con frecuencia llevándole algo de comida. Su muerte tuvo lugar por fusilamiento, junto a seis compañeros del pueblo, el 30 de septiembre del citado año. Conociendo la fecha de su ejecución, Guillermo preparó para morir por Dios a sus compañeros, hasta el punto que, uno que pudo escapar dijo: “El santo de Guillermo nos preparó a todos para morir por Dios y sin miedo”. El SD no fue procesado, sino ejecutado por supuesta reunión ilegal.

Uno de los fusilados, detenido bajo el pretexto de asociación contra la República, conocido en el pueblo como hombre descreído, sin religión, estuvo con el SD Guillermo en la prisión, y movido por los consejos e instrucción para bien morir del SD, antes de ser fusilado envió a su madre una carta que decía: “Mamá, estate tranquila, que tu hijo muere cristiano...” Ante el pelotón de ejecución, cayó al suelo al ser tiroteado, pero viéndose con vida, se alzó y gritó antes de morir “¡Viva Cristo Rey”. Fue una conversión in extremis por la ejemplaridad del SD Guillermo Magro.

Una de las sirvientas domésticas de la casa del SD, tiene gran devoción a la figura del SD y cuenta que cuando tiene una dificultad o problema difícil se lo encomienda a él y todo se lo soluciona.

Hoy en su pueblo dicen los vecinos: “Don Guillermo es el único que merece ser beatificado”. Todos respetan la figura del SD en su ciudad, hasta el punto de que habiéndole dedicado la calle en donde nació, ni los políticos de izquierda se han atrevido a sustituir.

El hijo mayor, Don Guillermo Magro Lucas, ingeniero industrial como el padre, es sacerdote, miembro distinguido de la Prelatura del Opus Dei, y con domicilio actual en Torreciudad (Huesca).